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Pavimentos cerámicos. ¿Cuál elegir?

Cuando nos planteamos renovar el suelo de la cocina o de cualquier otra estancia de una vivienda, debemos atender a criterios estéticos, pero también funcionales. Antes de elegir el tipo de suelo que queremos instalar, tendremos que pensar en el uso que le vamos a dar y en los costes de limpieza y mantenimiento.

Baldosas cerámicas

Las baldosas cerámicas son piezas poco gruesas, compuestas de arcilla y otros materiales inorgánicos, sometidas a cocción a altas temperaturas. En función de sus características técnicas, son empleadas como revestimientos para paredes o pavimentos para suelos.

En general, las principales ventajas de las baldosas cerámicas son su resistencia y durabilidad, aunque, en el momento de elegirlas, tendremos que tener en cuenta varios factores.

Para el suelo, por ejemplo, existen al menos tres elementos que tendremos que considerar antes de elegir nuestro pavimento:

  • La resistencia al desgaste o abrasión, que se mide según el índice PEI (Porcelain Enamel Institute). Dicho índice es relevante especialmente cuando se trate de suelos con tránsito elevado de personas ya que distingue 5 grados, desde el primero, de tránsito liviano hasta el grado 5, apto para zonas de tránsito muy elevado. Por ejemplo, para espacios como la cocina se suele recomendar un nivel 3.
  • La resistencia al rayado, que se puede medir del 1 al 10 según la escala MOHS.
  • La textura, que puede ser normal o antideslizante y se mide en tres niveles (suave, medio y fuerte). En ese sentido, debemos tener en cuenta que un pavimento antideslizante puede ser complicado de limpiar así que antes de instalarlo, tendremos que haber valorado los pros y los contras con detenimiento.

Las baldosas cerámicas pueden ser de pasta blanca o de pasta roja en función del tipo de arcilla de la que se compongan. En general, presentan el mismo grado de dureza y calidad, aunque la de pasta blanca proporciona mayor nitidez a los colores mientras que la roja tiene la ventaja de resultar más económica.

Pavimentos de gres y porcelánico

El gres es un tipo de material cerámico de elevada dureza, impermeable y poco poroso, que se compone de arcillas y otros materiales cocidos a una temperatura de más de 1100ºC.

La diferencia entre los distintos tipos de gres que podemos encontrar en el mercado viene dada por las arcillas y otros materiales de los que se compone, así como del tratamiento que se emplea en su fabricación.

El Gres normal o esmaltado es un tipo de pavimento de pasta cerámica fabricado generalmente por la técnica de monococcion. El resultado es una pieza que admite cualquier tipo de color y que presenta una absorción al agua baja o media-baja.

Una de sus principales ventajas es que se trata de piezas de fácil colocación que, en general, no resultan demasiado caras. Además, al ser esmaltado, también resulta fácil de limpiar y resistente a las manchas.

Sin embargo, para exteriores o espacios con alto tránsito peatonal, se recomienda el uso de gres porcelánico, debido a que presenta mayor dureza y resistencia que el gres normal. Las piezas resultantes son antideslizantes y muy resistentes a los cambios bruscos de temperatura. Además, tienen un nivel de absorción de agua muy bajo, inferior al 0,5%.

Por lo que respecta a la estética, este material puede imitar cualquier material natural como la madera o el mármol.

Conocer los materiales y las distintas opciones que ofrece el mercado es condición indispensable para poder decidirse por el pavimento más adecuado a nuestras necesidades. Por ello, es recomendable asesorarse periódicamente, para estar al día de nuevos materiales y técnicas, así como de nuevas tendencias a nivel estético.

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